Los ingredientes de la felicidad

Dicen los maestros que «Todos los seres humanos tienen lo necesario para ser felices, pero muy pocas personas saben ser felices con lo que tiene» y ante esta afirmación nos podemos hacer la pregunta ¿y qué es lo que falta?. Una posible respuesta es que falta sabiduría.

Si la ignorancia se reconoce cuando los resultados que obtenemos con nuestras acciones no son satisfactorios o no son lo que esperaba obtener (“no sé”) , podemos reconocer la sabiduría cuando los resultados que obtenemos son satisfactorios y son lo que esperaba obtener con mis acciones (“Yo sé”). Es decir que el grado de ignorancia o de sabiduría se puede medir de forma muy sencilla a través del resultado.

Para hacerlo más sencillo, si busco ser feliz y lo consigo es que «yo sé» por tanto tengo sabiduría, mientras que si busco ser feliz y no lo consigo es que «no sé» por tanto aun soy un ignorante porque aun no sé cómo obtener el resultado «deseado»

Haciendo una metáfora, imaginemos que estamos aprendiendo a hacer una receta de bizcocho y nos ponen a nuestra disposición todos los ingredientes necesarios para hacerlo. Nos ponemos a ello pero resulta que cuando lo aplicamos el bizcocho no nos sale… No pasa nada. La experiencia de error nos sirve para observar y aprender qué cosas hemos hecho durante la receta que tenemos que cambiar, para que en la próxima ocasión el bizcocho salga mejor y repetir la receta tantas veces como sea necesario hasta que llegue el día en que hagamos el bizcocho y nos salga perfecto. Entonces podremos decir «Yo sé hacer un bizcocho».

Esta misma situación la podemos extrapolar a nuestra realidad diaria y a la dificultad que tenemos para ser felices. Resulta que la grandeza de la vida, como dicen los maestros, pone a nuestra disposición todos los ingredientes necesarios para que repitamos la receta tantas veces como sea necesario hasta que nos salga perfecta, y nosotros a cambio nos dedicamos a quejarnos de que nos faltan ingredientes.

En vez de darnos cuenta de la cantidad de ingredientes maravillosos que tenemos a nuestra disposición, cuando obtenemos resultados que para nosotros no son satisfactorios, no aprovechamos para aprender y a cambio nos dedicamos a buscar las razones del fracaso fuera de nosotros culpando de lo que nos pasa a las personas, a la sociedad, a los gobiernos o incluso si es necesario culpando a Dios.

No nos damos cuenta que la receta para obtener un resultado de felicidad y plenitud es dejar de luchar con lo externo, mirar hacia dentro y empezar a aprovechar cada experiencia, cada error, cada ingrediente para aprender y cambiar lo necesario en nosotros de cara a que la siguiente ocasión podamos «bordar esa receta de la felicidad» tan esperada.

La persona con sabiduría no le pone condiciones a la vida, sabe cocinar con los ingredientes que tiene en todas y cada una de las áreas de su vida. La persona sabia es la que ha desarrollado la capacidad para aprovechar lo que existe en el lugar donde está para ser feliz, para convivir pacíficamente, para ser abundante,  próspero y conseguir el resultado que espera obtener. Es el cocinero que sabe bordar la receta perfecta de felicidad.

La oportunidad de ser felices siempre está presente, algunas personas la aprovechan y tienen éxito en la vida, otras luchan contra la vida y al fracaso lo llaman injusticia o mala suerte. Los maestros nos dicen que no existe un solo ser humano que no tenga los ingredientes necesarios para ser feliz, sin embargo, muchas personas rechazan esta oportunidad porque piensan cosas como: «esto no es lo mío», «a mi esto no me gusta», «a mi esto no me toca hacerlo», «no me motivan», «no me valoran» y así rechazando ingredientes maravillosos dejan escapar las mejores oportunidades que la vida les ofrece.

Solo practicando «la receta» y ajustando lo que nos ha podido salir mal en ocasiones anteriores podremos verificar si sabemos hacer un bizcocho.

  • ¿Qué tipo de «bizcochos» sueles cocinar en tu vida?
  • ¿Aprovechas para hacerlos todos los ingredientes que la vida te ofrece o te olvidas sistemáticamente de algunos de ellos?
  • ¿Es posible que en tus bizcochos siempre se repitan los mismos fallos?  por ejemplo si te salen sosos te has planteado alguna vez ponerles un poco más de sal, Si te salen quemados te has planteado reducir el tiempo de cocción…

La verdadera oportunidad es la oportunidad de aprender y mirar en nosotros cómo podríamos hacer mejores recetas con los ingredientes que tenemos. Aprovechar la oportunidad implica que lo que decidas hacer lo hagas con toda tu energía y con todo tu amor, como si fuera lo más importante de tu vida, como si lo hicieras para la persona que más amas en la vida, sin importar para nada qué clase de trabajo sea, donde lo realices, o para quien lo hagas, así pondrás la ley a tu favor, y el resultado para tu vida puede ser SORPRENDENTE!!!.

Pero esto es solo una teoría que te pido por favor que no te creas y sí busques la manera de incorporarla a tu vida, porque solo desde la verificación y la práctica se obtiene la verdadera sabiduría.

Feliz semana!!